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Una cinematografía con el pasado y el presente como los de la brasileña dispone de tal capital en obras y profesionales que hace difícil cualquier selección con la que realizar una justa panorámica de su actividad. Su futuro promete buena salud, tras dejar atrás la crisis que, a principios de los noventa, atravesó una industria que se reactivó a partir de políticas culturales de apoyos e incentivos fiscales a la producción, y de un aumento, marcado en 2004, de la cuota de pantalla para cine nacional.
Brasileña es Cinema, aspirinas e urubús, de Marcelo Gomes, cinta galardonada con el Premio al Mejor Largometraje Iberoamericano el año pasado en el Festival.
Brasil es, pues, el país invitado al XXII Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que rendirá homenaje al cineasta Nelson Pereira Dos Santos, uno de los directores y guionistas clave en el desarrollo del cine brasileño –“el padre de todo en el cine brasileño”, como lo llamó Glauber Rocha– y de quien Guadalajara mostrará una selección de su obra: Vidas secas (1963), Como era gostoso o meu francês (1971), O amuleto de Ogum, (El amuleto de Ogum, 1974), Tenda dos milagros (La tienda de los milagros, 1977) -adaptación de la obra de Jorge Amado-, y Brasilia 18% (2006).
Dentro de la sección oficial, aunque fuera de competencia, se mostrará la nueva película de Karim Aïnouz, O Céu du Suely.
Junto a ello, el Festival proyectará la retrospectiva Panorama del cine brasileño, que mostrará la actualidad de aquella cinematografía. Algunos de los filmes que se exhibirán serán: O homen do ano (El hombre del año) (2003) de José Henrique Fonseca, Wood e Stock: sexo orégano e rock'nroll, película de animación dirigida por Otto Guerra en 2006; Proibido proibir (Prohibido prohibir, 2006), de Jorge Durán; y Bem vindo a Sao Paulo (2004), largometraje documental sobre la ciudad brasileña, compuesto por las miradas de, entre otros, Amos Gitai, Mika Kaurismaki, Philip Noyce y Caetano Veloso, coordinados por Leon Cakoff.
La proyección de El hombre del año contará con una presentación a cargo de Rubem Fonseca, Premio Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe en 2003, quien en esta ocasión adaptó para la pantalla grande el libro O matador de Patricia Melo.
Otro nombre propio que sonará con acento portugués durante el Festival será el del fotógrafo Walter Carvalho. Vale recordar el trabajo de Carvalho como director de fotografía en películas como Central do Brasil, de Walter Salles, o Madame Sâta, de Karim Aïnouz. Aunque no será su trabajo cinematográfico el expuesto en el Festival, sino una muestra sobre su trabajo de más de tres décadas como fotógrafo, a partir de setenta fotografías que se exhibirán en Casa Escorza.
Y otra iniciativa, esta vez institucional, de la que quiere dar cuenta el Festival es el trabajo que desde la Secretaría del Audiovisual del Ministerio de Cultura brasileño se viene realizando con Revelando los brasiles.
Revelando los brasiles (Revelando os brasis) surgió en 2004 para fomentar el conocimiento, uso y ejercicio de las nuevas tecnologías en el audiovisual. Dirigida a ciudades con poblaciones menores a 20 mil habitantes, la iniciativa convoca a esos mismos ciudadanos a presentar proyectos de historias que, una vez seleccionadas, se convertirán en trabajos de no más de 15 minutos, rodados en video digital. Este año en Guadalajara se exhibirán una muestra de 11 proyectos realizados.
Además, una exposición del artista gráfico Fernando Pimenta proporcionará una colorida mirada a la historia del cine hecho en Brasil, a través de algunos de los carteles de películas que, a lo largo de tres décadas, elaboró casi artesanalmente el artista carioca.
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