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Problemática del Cáncer.
El cáncer es una enfermedad que produce anualmente 6 millones de muertes en el mundo y su incidencia se relaciona con la presencia factores de riesgo como: tabaquismo, exposición a tóxicos específicos ambientales y ocupacionales, radiaciones, infecciones, uso de medicamentos y aspectos nutricionales.
Se estima que 4 de cada 10 mexicanos en algún momento de su vida tendrá alguna forma de cáncer y uno de cada cinco morirá por esta causa.
¿Qué es el cáncer colorrectal?
El cáncer inicia cuando algunas células del cuerpo comienzan a multiplicarse de forma acelerada y desorganizada, originando una masa tumoral maligna.
El cáncer colorrectal se origina en el intestino grueso o colon, el cual extrae el agua de los alimentos ya digeridos y almacena los desechos hasta que el cuerpo los expulsa.
En el mundo, el cáncer colorrectal ocupa el tercer lugar de tumores malignos después del cáncer de mama y de pulmón. En las mujeres se ubica en el tercer lugar después del cáncer de pulmón y de seno y en el hombre su incidencia precede al de próstata.
Según el registro histopatológico de neoplasias anualmente se reportan más de 6 mil casos de cáncer colorrectal que afecta tanto a la población femenina como a la masculina.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Entre los factores de riesgo más frecuentes, se encuentran la edad, ya que en más del 94% de los casos aparece en mayores de 50 años, pero puede desarrollarse tempranamente. Se ha observado de forma mas frecuente en pacientes que tienen dieta alta en grasa y baja en fibra.
La presencia de pólipos o crecimientos benignos no cancerosos formados en la pared interna del colon o recto, puede ser un foco rojo de la presencia de cáncer colorrectal.
También los pacientes que hayan padecido cáncer colorrectal pueden desarrollarlo nuevamente.
La predisposición genética es fundamental. Antecedentes de cáncer colorrectal en la familia, aumentan las probabilidades de padecer la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Entre las señales más comunes de la enfermedad se encuentran cambios en los hábitos intestinales, es decir, diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía por completo. Sangre en las heces fecales, pérdida de peso sin motivo alguno, calambres o dolor abdominal constante, disminución del apetito, vómitos y hasta cansancio constante y color amarillo en la piel y ojos pueden ser otros indicios.
En la mayoría de los casos la enfermedad puede ser asintomática, siendo hasta las etapas avanzadas cuando se realiza el diagnóstico.
Para el diagnóstico del cáncer colorrectal, el médico realiza una prueba de sangre oculta en heces, ya que algunos pólipos o cánceres sangran en forma tan oculta.
Otro estudio es la sigmoidoscopía. A través de un aparato se observa directamente una parte del colón para buscar pólipos y cáncer. Se introduce un tubo delgado y flexible por el recto hasta llegar al colon.
La colonoscopía revisa el colon completo y se pueden extraer pólipos durante la prueba. Una vez que se ha diagnosticado el cáncer, es necesario detectar la etapa de la enfermedad para dar el tratamiento adecuado. El tratamiento del cáncer colorrectal depende de varios factores, tales como el tamaño, ubicación y extensión del tumor. Entre los más utilizados están la cirugía para extirpar la masa tumoral maligna o la radioterapia que implica el uso de rayos X para destruir las células cancerosas afectando solamente área tratada, y la quimioterapia, la administración de fármacos que impidan la multiplicación de las células cancerosas. Dichos medicamentos son conocidos como citostáticos y se clasifican en diferentes grupos: agentes alquilantes, antimetabólitos, antibióticos, antitumorales, derivados de plantas y quimioterapia específica, utilizada bajo criterios determinados en relación al tamaño del tumor, al número de nódulos involucrados y al efecto de metástasis con el cual la enfermedad llega a afectar a otros órganos.
Hoy en día, gracias a los avances de la investigación existe un fármaco innovador que cambia la visión del tratamiento de las enfermedades malignas conocido como Cetuximab. Las “drogas inteligentes” son un tratamiento complementario a la quimioterapia clásica. La táctica no es atacar una propiedad global del cáncer, como el mecanismo de división acelerado de las células del tumor, sino un mecanismo intrínseco al tipo de cáncer
La acción de Cetuximab consiste en bloquear una proteína hiperactiva en los tumores cuyo papel es recibir señales que inducen la división celular.
Al ser un anticuerpo, Cetuximab ataca directamente al tumor canceroso, impidiendo su crecimiento, lo cual le permitirá al enfermo mejorar la supervivencia y calidad de vida al disminuir las zonas cancerígenas afectadas y retrasar su expansión a otras partes del cuerpo. Además del cáncer de colon se utiliza en pacientes con cáncer de cabeza y cuello.
Cetuximab forma parte del grupo de los "medicamentos inteligentes" creados para atacar la células malignas. El fármaco es resultado de dos años de investigación en once países y representa un cambio radical en los tratamientos contra el cáncer.
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